El 16 de junio de 1998, el entonces candidato a la presidencia Andrés Pastrana anunció su voluntad de despejar algunos municipios para iniciar un proceso de paz con la guerrilla de las FARC, esta iniciativa comenzó a gestionarse tras su posesión el 7 de agosto del mismo año, para lo que se nombró a Victor G. Ricardo como alto comisionado de paz.
Mediante un decreto presidencial emitido el 14 de octubre de 1999, se ordenó el despeje militar de los municipios San Vicente del Caguán, Uribe, Macarena, Vista hermosa y Mesetas que hacen parte de los departamentos del Meta y Caquetá dando inicio a una época de total control guerrillero que duró cerca de tres años. Siendo la Macarena una retaguardia estratégica de las FARC, para la continuidad de una guerra en la que el objetivo principal era llegar al poder político de Colombia y así lo explica el retirado Mayor Gr. Miguel Pérez del Ejército Nacional, en ese entonces Teniente Coronel, comandante del municipio.
*Haz click en este enlace para escuchar un fragmento de la entrevista al General Miguel Pérez sobre la motivación político de las farc para dar continuidad a la guerra.
Para los habitantes del pueblo esta decisión del estado trajo diversas repercusiones. Algunos habitantes de la Macarena, como Jhon Alexander Lesmes, actual empleado de la oficina de archivo de la alcaldía, quien en ese entonces era un adolescente, recuerda que durante ese tiempo, el comercio se vio afectado debido al auge de los cultivos de coca, hecho que ocasionó el descuido de actividades como la agricultura y la ganadería pues toda la mano de obra disponible se destinaba a los cultivos ilícitos. En su juvenil recuerdo se encuentran presentes las formas de reclutamiento que los guerrilleros utilizaban, prometiendo a los muchachos grandes ingresos económicos, haciendo uso de mujeres bellas y asegurándoles un mejor estilo de vida.
Durante el tiempo que el municipio de la Macarena fue regido por las reglas de las FARC aumentó el índice de reclutamiento de jóvenes y adolescentes que vivían allí, pues según explican los mismos habitantes, entregarse a este grupo subversivo era decisión propia y muchos se fueron pensando que de este modo encontrarían una mejor vida, dinero y poder. Además de eso, los muchachos encontraban en las FARC un modo de escape de sus hogares, más del 60% de reinsertados confiesa que la razón principal por la que se iban de sus hogares era el maltrato intrafamiliar. "A mi mejor amiga se la llevaron hace 14 años y nunca más volví a saber nada". Leidy Arias. 25 años. Habitante de La Macarena.
El comandante guerrillero de la zona durante esta época, fue Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o "Mono Jojoy", dado de baja por el Ejército Nacional de Colombia el 22 de septiembre del 2010, durante una operación a cargo de la agrupación de fuerzas especiales PUMA, fundada por el Mayor General Miguel Pérez.
El Mono construyó durante la zona de distensión el que es actualmente, el edificio más grande del municipio, ubicado estrategicamente al frente del parque central de la Macarena, es una casa blanca de 4 pisos que en el último piso tiene 2 balcones por los que él salía y convocaba a toda la gente a que se agrupara en el parque y escuchara sus comunicados, la asistencia era obligatoria, los habitantes que no se presentaran tenían castigos severos de horas de trabajo para el grupo armado. Así lo explica el entonces electo alcalde del municipio, Enrique Leguizamo Guevara, quien además cuenta cómo pudo sujetar sus ideales en pro del bienestar de los habitantes del pueblo, para poder evitar barbaries de la guerrilla.
1. Haz click en este enlace para escuchar un fragmento de la entrevista al ex alcalde de La Macarena.
Aunque ésta casa le pertenecía al Mono Jojoy, no era el único sitio que habitaba, tenía un puesto de mando en el Borujo, ubicado a más o menos 15 minutos de distancia en carro del municipio, que lo manejaba el Bloque Oriental de la guerrilla, encabezado por él y desde el cual tenía contacto con alias Manuel Marulanda Vélez, en ese entonces, máxima cabecilla del grupo armado.
El Mono Jojoy manejaba todo y desde allí se comunicaba con San Vicente, Uribe, Vista hermosa y Mesetas. Era un campamento totalmente equipado con todas las comodidades que necesita un ser humano para vivir bien, este lugar lo compartía con su círculo más cercano, lo construyó él mismo y fue su hogar por varios años. En cuanto se terminó la zona de distensión y toda la guerrilla replegó sus tropas, el Mayor Gr. Miguel Pérez se posesionó de este sitio, relegó a sus mejores hombres, los instaló allí y convirtió el lugar en un centro de entrenamiento con el objetivo claro de encontrar al Mono y hacerlo rendir cuentas a la justicia.
Fue entonces cuando creó la agrupación de fuerzas especiales PUMA.
Las siguientes son imágenes inéditas del campamento de La Agrupación de Las Fuerzas Especiales PUMA, antiguamente campamento de alias "Mono Jojoy"
El Mono Jojoy manejaba todo y desde allí se comunicaba con San Vicente, Uribe, Vista hermosa y Mesetas. Era un campamento totalmente equipado con todas las comodidades que necesita un ser humano para vivir bien, este lugar lo compartía con su círculo más cercano, lo construyó él mismo y fue su hogar por varios años. En cuanto se terminó la zona de distensión y toda la guerrilla replegó sus tropas, el Mayor Gr. Miguel Pérez se posesionó de este sitio, relegó a sus mejores hombres, los instaló allí y convirtió el lugar en un centro de entrenamiento con el objetivo claro de encontrar al Mono y hacerlo rendir cuentas a la justicia.
Fue entonces cuando creó la agrupación de fuerzas especiales PUMA.
Las siguientes son imágenes inéditas del campamento de La Agrupación de Las Fuerzas Especiales PUMA, antiguamente campamento de alias "Mono Jojoy"
Aunque los habitantes del municipio aceptan que la relación y la convivencia con la guerrilla, se volvió normal, el miedo y la zozobra llegaron después del despeje. Muchas cosas se cuentan de los abusos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en el municipio durante esta época, sobretodo el método más ortodoxo con el que infundían el miedo en los macaranenses, el ajusticiamiento.
Una fuente que por motivos de seguridad, prefirió que se ocultara su identidad, junto a Ramón un habitante y maestro del pueblo, recuerdan claramente como en una falsa alarma de fin de la zona de distensión y gracias al desmantelamiento del Borujo por parte de civiles que se llevaron desde algunas tejas hasta la cama donde dormía el Mono Jojoy e incluso a un cerdo que el mismo atesoraba, las FARC asesinaron a siete personas y retuvieron unos días a otras 100.