“La mejor guerra es la que no libras”. Gr. Miguel Pérez
La zona de distensión se dio por terminada con una orden del presidente Pastrana, el 21 de febrero de 2002, quien además ordenó inmediatamente a las Fuerzas Militares de Colombia retomar la que desde ese momento sería la Antigua zona de distensión.
Una vez “recuperada” la región por las Fuerzas Militares se empezaron a crear estrategias de acercamiento a los habitantes, inicialmente debieron enfrentarse a un lugar que se encontraba organizado de una manera totalmente diferente a como estaba cuando se marcharon, proceso que aunque frente a los medios de comunicación y el país fue instantáneo tardó en realidad varios años y que aún hoy, confiesa el General Pérez quien fue el encargado en ese momento de retomar el municipio, se sigue llevando a cabo.
Muchos cambios se evidenciaron en el comportamiento de las personas y en su dinámica de vida, la obediencia a los llamados era una de las cosas que más le llamaba la atención al General, antes de que existiera la zona de despeje, para los habitantes del pueblo no era indispensable asistir a reuniones organizadas por el gobierno para dar algunos anuncios pero cuando se retoma el municipio, las personas atienden los llamados de manera casi que inmediata, pero no por interés, lo hacían por el miedo que el anterior grupo subversivo les habían infundido.
Además de eso, se empezaron a extrañar algunos niños que ya no estaban a causa del reclutamiento y se elevaron los casos de prostitución en el municipio, pues gracias a la transcurrida visita de grandes cabecillas de las FARC, las mujeres vieron en éste oficio una solución, no solamente económica, sino de seguridad.
Sensaciones de rencor y miedo en la población fueron las que quedaron luego de ese tiempo de recesión. La gente terminó cansada de tanta guerra y engaños, se empezaron a generar las vacunas (Impuestos creados por ellos mismos para la transición y comercialización de bienes y servicios que entran y salen del municipio) que han causado un gran incremento al costo de vida para los macarenenses quienes solamente pueden resignarse a estos exhorbitantes precios en productos tan necesarios como la gasolina.
Incrementó el índice de milicia, por esto la confianza entre ejército - habitantes del pueblo, viceversa y entre los mismo habitantes se veía totalmente debilitada, aún en la actualidad, la milicia es bastante y no porque les genere algún reconocimiento económico, los que son milicianos, tanto hombres como mujeres, lo son por convicción, para ellos servir al proletariado es un estilo de vida al cual se acostumbran y del que muy pocas veces, por no decir “nunca” desertan.
“El sentimiento hacia ellos en el pueblo es el miedo porque ellos son los que tienen las armas y para ellos matar es muy fácil,no es disciplina, es terror, es dictadura, no utilizan la lógica”. Fueron las palabras con las que una fuente cercana al ejercito, cuya identidad solicitó reservar, describió a nombre de los habitantes de la Macarena, la sensación que dejó la época del despeje.
Así mismo, el ya retirado General Pérez afirma que cuando llegaron a retomar el municipio se dieron cuenta de que Las FARC imponían por la fuerza y el terror lo que iban a hacer, según él, en otras partes del mundo existe otra serie de procesos diferentes, “Ellos lo decidieron así aquí y les salió caro porque cuando usted habla con la gente no hay una percepción clara de las FARC o cariño hacia ella. Hay zonas de mucho arraigo natural de ellos, donde muchos de sus integrantes hacen parte de familias con miembros pertenecientes a ellos, pero ellos tienen claro que como FARC han hecho un daño muy grande a la zona y al país”. Fueron las palabras utilizadas por el ex comandante del municipio.
Para el Director de la Estación de Bomberos, Armando Cubides, Lo que trajo la época de despeje al municipio es el estigma que existe todavía ante el mundo entero, porque las personas que no conocen del tema, toman La Macarena como una zona roja, de violencia, un lugar en el que no se puede vivir, ni convivir, pero para él, eso es el estigma nada más.
Por otro lado, uno de los cambios más significativos fueron los avances en términos de desarrollo que trajo la zona de distensión y un ejemplo de ello, fueron las trochas que se construyeron en medio del Parque Nacional Natural de La Macarena, que aunque generó fuertes repercusiones en el ecosistema logró comunicar al municipio con los otros municipios cercanos, trochas que actualmente se siguen utilizando y ampliando. Estas vías trajeron demasiadas ventajas para los comerciantes del pueblo, pues la mercancía y los alimentos empezaron a transportarse por vía terrestre que aunque eran viajes muy largos, era mucho más económico que por vía aérea.
Para el General Miguel Pérez, la tarea era clara, tenían que recuperar la confianza de la gente que habitaba el municipio y tenían que cambiarles el chip de temor, pues “La guerra no se gana odios”, como él mismo afirma y por eso, creó una estrategia de inclusión que aunque demandó tiempo, mostró excelentes resultados.
1.Haz click aquí para escuchar un fragmento de la entrevista al Mayor General Pérez sobre el proceso de retorno de tropas al municipio de La Macarena tras terminarse la zona de distensión.
La zona de distensión se dio por terminada con una orden del presidente Pastrana, el 21 de febrero de 2002, quien además ordenó inmediatamente a las Fuerzas Militares de Colombia retomar la que desde ese momento sería la Antigua zona de distensión.
Una vez “recuperada” la región por las Fuerzas Militares se empezaron a crear estrategias de acercamiento a los habitantes, inicialmente debieron enfrentarse a un lugar que se encontraba organizado de una manera totalmente diferente a como estaba cuando se marcharon, proceso que aunque frente a los medios de comunicación y el país fue instantáneo tardó en realidad varios años y que aún hoy, confiesa el General Pérez quien fue el encargado en ese momento de retomar el municipio, se sigue llevando a cabo.
Muchos cambios se evidenciaron en el comportamiento de las personas y en su dinámica de vida, la obediencia a los llamados era una de las cosas que más le llamaba la atención al General, antes de que existiera la zona de despeje, para los habitantes del pueblo no era indispensable asistir a reuniones organizadas por el gobierno para dar algunos anuncios pero cuando se retoma el municipio, las personas atienden los llamados de manera casi que inmediata, pero no por interés, lo hacían por el miedo que el anterior grupo subversivo les habían infundido.
Además de eso, se empezaron a extrañar algunos niños que ya no estaban a causa del reclutamiento y se elevaron los casos de prostitución en el municipio, pues gracias a la transcurrida visita de grandes cabecillas de las FARC, las mujeres vieron en éste oficio una solución, no solamente económica, sino de seguridad.
Sensaciones de rencor y miedo en la población fueron las que quedaron luego de ese tiempo de recesión. La gente terminó cansada de tanta guerra y engaños, se empezaron a generar las vacunas (Impuestos creados por ellos mismos para la transición y comercialización de bienes y servicios que entran y salen del municipio) que han causado un gran incremento al costo de vida para los macarenenses quienes solamente pueden resignarse a estos exhorbitantes precios en productos tan necesarios como la gasolina.
Incrementó el índice de milicia, por esto la confianza entre ejército - habitantes del pueblo, viceversa y entre los mismo habitantes se veía totalmente debilitada, aún en la actualidad, la milicia es bastante y no porque les genere algún reconocimiento económico, los que son milicianos, tanto hombres como mujeres, lo son por convicción, para ellos servir al proletariado es un estilo de vida al cual se acostumbran y del que muy pocas veces, por no decir “nunca” desertan.
“El sentimiento hacia ellos en el pueblo es el miedo porque ellos son los que tienen las armas y para ellos matar es muy fácil,no es disciplina, es terror, es dictadura, no utilizan la lógica”. Fueron las palabras con las que una fuente cercana al ejercito, cuya identidad solicitó reservar, describió a nombre de los habitantes de la Macarena, la sensación que dejó la época del despeje.
Así mismo, el ya retirado General Pérez afirma que cuando llegaron a retomar el municipio se dieron cuenta de que Las FARC imponían por la fuerza y el terror lo que iban a hacer, según él, en otras partes del mundo existe otra serie de procesos diferentes, “Ellos lo decidieron así aquí y les salió caro porque cuando usted habla con la gente no hay una percepción clara de las FARC o cariño hacia ella. Hay zonas de mucho arraigo natural de ellos, donde muchos de sus integrantes hacen parte de familias con miembros pertenecientes a ellos, pero ellos tienen claro que como FARC han hecho un daño muy grande a la zona y al país”. Fueron las palabras utilizadas por el ex comandante del municipio.
Para el Director de la Estación de Bomberos, Armando Cubides, Lo que trajo la época de despeje al municipio es el estigma que existe todavía ante el mundo entero, porque las personas que no conocen del tema, toman La Macarena como una zona roja, de violencia, un lugar en el que no se puede vivir, ni convivir, pero para él, eso es el estigma nada más.
Por otro lado, uno de los cambios más significativos fueron los avances en términos de desarrollo que trajo la zona de distensión y un ejemplo de ello, fueron las trochas que se construyeron en medio del Parque Nacional Natural de La Macarena, que aunque generó fuertes repercusiones en el ecosistema logró comunicar al municipio con los otros municipios cercanos, trochas que actualmente se siguen utilizando y ampliando. Estas vías trajeron demasiadas ventajas para los comerciantes del pueblo, pues la mercancía y los alimentos empezaron a transportarse por vía terrestre que aunque eran viajes muy largos, era mucho más económico que por vía aérea.
Para el General Miguel Pérez, la tarea era clara, tenían que recuperar la confianza de la gente que habitaba el municipio y tenían que cambiarles el chip de temor, pues “La guerra no se gana odios”, como él mismo afirma y por eso, creó una estrategia de inclusión que aunque demandó tiempo, mostró excelentes resultados.
1.Haz click aquí para escuchar un fragmento de la entrevista al Mayor General Pérez sobre el proceso de retorno de tropas al municipio de La Macarena tras terminarse la zona de distensión.